En la bancarrota, con miles de casas abandonadas y una población que disminuye, la ciudad de Detroit suma ahora un problema más a su ya maltrecha imagen: unos 50.000 perros se encuentran sin dueño y, prácticamente, han hecho suya la ciudad a niveles, según reportes de prensa, epidémicos.
La aparición de tantos perros sin dueño, explican, se debe a que muchos residentes de Detroit han abandonado la ciudad y los dejan prácticamente a su suerte.
El gobierno municipal se declaró en bancarrota el 18 de julio luego de años en declive. Detroit tiene deudas acumuladas por hasta 18.000 millones de dólares y un déficit operativo de 400 millones.
Otro de los problemas son los ataques que sufren los carteros durante su trabajo. El año pasado, las autoridades reportaron 903 ataques de perros.